Éste, discurre serpenteando la ladera sur de una imponente
montaña, es ahí donde vive. No tiene nombre todavía, ni se lo voy a poner,
bueno, quizás tenga muchos, de momento no me decanto por ninguno. Es mi amigo,
un buen amiguete, nos llevamos muy bien, disfruto mucho de su compañía. No en
vano hemos pasamos muchos y muy buenos ratos juntos. Es muy imaginativo, se
parece mucho a mi. Visitarlo y recorrerlo me llena de satisfacción, al hacerlo,
su magia me embelesa, me hipnotiza, me emborracha...
Hace tiempo este sendero era más salvaje e indómito, pero
poco a poco le fui educando y le ayude a crecer. Es muy agradecido, me lo esta
recompensando con creces, es un buen amigo. Yo también estoy aprendiendo muchas
cosas de él desde que lo conocí, por lo que el favor es mutuo, como debe de ser
en toda relación de buena amistad.
Me ha confesado algunos de sus secretos y últimamente
también me esta contando ciertas intimidades, de esas que solo se cuentan a los
mejores amigos; no las revelaré ahora por el profundo respeto que siento hacia
él. Si todavía no lo conocéis, cuando lo hagáis es muy probable que él mismo os
las desvele a vosotros también., seguro que os van a gustar un montón, como a
mi.
Recuerdo el primer encuentro, fue amistad a primera vista.
Aunque un poco esquivo, desconfiado y confuso ya note cierta complicidad en sus
formas para conmigo desde el primer momento. Las siguientes visitas sirvieron
para comunicarle mis pretensiones. Si él me permitía recorrerlo y disfrutarlo
libremente, yo me comprometería a darlo forma, limpiarlo y mantenerlo en
agradecimiento a su gesto. Él, amable y generoso aceptó estas condiciones
potenciando enormemente nuestra relación. De esta manera la confianza entre
ambos fue creciendo y consolidándose en beneficio mutuo. Es mi sendero “sin
nombre” favorito.
Sus cambios de humor, debidos fundamentalmente a la
climatología, forman parte de su gran personalidad. Por ejemplo, los días
lluviosos suele ponerse un poco más chulito y peligroso, pero si sabes tratarlo
y no le fuerzas no te traicionará. Sin embargo, los días buenos y soleados, te
acoge con los brazos abiertos y es una verdadera delicia disfrutar de su
compañía. Eso sí, procura no abusar de su confianza en ningún tipo de
circunstancia, de tonto no tiene nada, puede liquidarte los bonos de amistad y
hacértelos pagar muy caros en cuestión de segundos si te sobrepasas.
Nuestra estrecha relación hace que nos conozcamos bastante
bien. Sabedores de nuestras virtudes, pero también de nuestros defectos, cuando
nos encontramos procuramos no echarnos nada en cara para no deteriorar nuestra
complicidad. Nos respetamos. Entendemos que una amistad equilibrada y sincera
es una buena amistad, por lo tanto, lo inteligente es mantenerla así, somos
conscientes de ello. Lo importante es que ésta dure y dure muchos, muchos,
muchos años....
Disfruta de y con tus amigos favoritos en todo momento,
sean personas, animales o cosas. Aprovéchate de ello, tienes derecho. Alimenta
esas amistades para que duren siempre, no te arrepentirás.
Yo biker
Yo biker
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