Me despierto sobresaltado, mierda me he dormido. Miro el reloj y marca las siete de la mañana, hasta dentro de media hora no tengo que levantarme; así que a remolonear media hora más. Me levanto, desayuno tranquilo, me acicalo, cojo la maleta que deje preparada la noche anterior y subo al trastero. Compruebo la presión de ambas ruedas y hago un repaso mental a todos los bártulos que llevo; creo que lo llevo todo. Monto la bici en el coche y ya estamos en marcha, rumbo a Montorio.
Salgo a la autovía y la bombilla se enciende. He olvidado los geles, ouch, sé que me van a hacer falta. Salgo de Burgos y el cielo se está cubriendo, a los 10 minutos empiezan a caer las primeras gotas. En mi cabeza oigo a Roberto decir: si llueve no pasa nada que con 19 grados la lluvia se aguanta muy bien. Miro el termómetro y marca 12 grados, ouch!!!
Cuando llego a Montorio llueve con todas las ganas, la gente se afana en preparar las bicis bajo la lluvia. Algunos usan paraguas, otros como saben que van a acabar calados hasta los huesos no se molestan en protegerse de la lluvia. Aparco, cojo el paraguas y me dirijo a por el chip y el dorsal. Hay una cola enorme, veo a la gente del club debajo de la carpa de la organización. Oscar está organizando la retirada de dorsales. Este tío, vaya donde vaya es "El Jefe". Me busco en las listas, dorsal 199. Me acerco a pedir el dorsal y casualidades de la vida, otra persona se lo ha llevado. Miro las listas de nuevo y hay otro García Dueñas. Pues nada dame el dorsal de mi hermano. Voy al coche a prepararme. Hago unos estiramientos y me doy un par de vueltas por el pueblo. Como quien no quiere la cosa me doy de bruces con mi dorsal, oye tu no serás García Dueñas??? Me dice que sí y le cuento la historia, nos cambiamos los chips y todos tan contentos.
En este momento la lluvia cesa y los indecisos se animan a salir. Pienso, que fácil es salir cuando el tiempo acompaña. La organización dice unas palabras, yo personalmente no le escucho. Estoy concentrado y con unas ganas terribles de empezar.
Los primeros km son una locura, el grupo de cabeza ha salido muy fuerte y las bicis que van delante escupen mucha agua. En el km 8 me junto con Rober, cacho cabrón me dice; no dijiste que no había subidas. Estábamos llegando a una rampa de unos 300 metros al 10% de desnivel. Ni le contesto, no estamos como para ir hablando. Cuando estoy a punto de llegar a lo alto del páramo otro biker se acerca peligrosamente a mi trazada, por un instante llegamos a tocarnos. Ehhhh!!! mira a ver por donde vas. Acabamos de comenzar y alguno va ya sin fuerzas, no te queda nada majito. Sobre el km 10 veo a Rober parar, le pregunto por el motivo de su parada. Me dice que continúe, que ha parado a echar aceite a la cadena. Segunda bajada del día y veo la primera caída, el chaval se toca el lomo bajo y se retuerce de dolor; son gajes del oficio.
Primer avituallamiento, paro a ver que tienen; nada me convence. Les pregunto por un pilón cercano, me miran con cara rara y no me responden. Pues nada, si no tenéis pilones en este pueblo habrá que continuar embarrados. Cojo una barrita y vuelvo a limpiar la bici. En ese instante llega otra persona y veo como se le rompe la patilla del cambio trasero. Otro que dice adiós a la ruta. Tu a lo tuyo y vigila la maquina que esta la cosa complicada, pienso. Empiezo a coger un ritmo que me resulta cómodo. Así, sí que se va bien y no al principio. A lo lejos veo a unas 5 personas y poco a poco me voy acercando a ellos. Sobre el km 20 una persona de la organización nos anima y empieza a gritar 12!!! 13!!! 14!!! 15!!! Voy el 15!!! Ataca me dice, ataca!!! Eso esta hecho chaval. Pues nada a los 5 minutos dejo atrás a esas 3 personas. Al poco rato paso a otro. El 11!!! vamos bien. Delante veo a 2 más. Tomo una curva y veo una cartel de peligro. Empieza una bajada por una pista, donde ellos ven peligro yo veo 2 carriles una mediana y una arcén de metro y medio.
Llego al segundo avituallamiento cojo un plátano y empiezo a oír gritos y bocinas. Puente o río!!! Puente o río!!! Es el Mellizo. Puente o rio!!! Coño de toda vida río. Sujeto el plátano con la boca cual comando de las fuerzas especiales y me lanzo a cruzar el río. Madre de dios!!! el río tiene unos 3 metros de largo y una profundidad de unos 60 cm. En la mitad del río paro y empiezo a sumergir completamente la bici. La gente sigue boceando. Pero yo espero que el agua limpie un poco el barro. Una chica de la organización me dice así por lo menos limpiáis la bici. Gracias a dios que por lo menos limpiamos las bicis. Trato de meter el plato pequeño, ahora sí que baja la cadena. Bien bien bien, he recuperado el plato pequeño; llevaba unos 10 km sin poder meterlo y con el resto debía llevar la cadena bien tensa para evitar que se saltara. Empieza la subida más dura del día. Paso a uno y veo que el siguiente se baja de la bici. Tu no te bajes que se te cargan las bolas. Sigo oyendo voces y la bocina no deja de sonar. Menudo espectáculo estamos montando. Después de llevar un rato pedaleando por una pendiente del 18% me bajo y empujo la bici. Cuando corone voy a echar aceite. Dicho y hecho, al llegar a la cima echo aceite. Me pasa el chico que acabo de adelantar. Otra vez veo una cartel de peligro, pero esta vez además hay dibujada una calavera. La idea de que esta gente es una exagerada se me cruza por la cabeza. Al poco la senda por la que bajamos se hace mas estrecha y empiezan a brotar las piedras por doquier. Pierdo el control por un segundo, pie a tierra y sigo descendiendo. Veo que a 100 metros están mis 2 compañeros. Un pequeño repecho y me encuentro con 2 personas de la organización, nos avisan que cuidado, que esta la cosa jodida, la bajada no parece muy complicada. Mis predecesores bajan corriendo y yo detrás sin bajarme de la burra. Ehhh!!! Ehhhh!!! Ehhhh!!! se apartan y paso raudo y veloz mas contento que Alfredo. Al poco rato nos volvemos a juntar. Que cuantos km llevamos que no tenemos cuenta kilómetros, 30 les respondo. Primero se escapa uno y después otro. Las piernas no me responden, y sudo como un pollo. Paro a quitarme el chubasquero, la camiseta que llevo debajo está empapada. Ahora encima voy a coger frío. Al poco me encuentro mas cómodo y aumento el ritmo. No fuerces que te quedan 15 km. Me pasa un chico de Reinosa. Joder, llevamos toda la mañana igual; ahora tu, ahora yo. No se sí es cosa del cansancio pero parece que la bici vaya frenada, agacho la cabeza y veo que el cierre rapido de la rueda trasera esta semi abierto. Desengancho el pie izquierdo y con un golpe certero cierro la pinza. En ese momento no lo sabía pero sí, la rueda iba frenada, al acabar la ruta puede comprobar como las pastillas habían desaparecido y como el eje se había desplazado hacia la izquierda, motivo por el cual se abrió la pinza. Al poco rato adelanto a uno de los chicos que me acababan de adelantar, parece que tiene problemas mecánicos.
Km 40, tercer y último avituallamiento. Una chica estira el brazo y me ofrece una botella de agua, sin parar cojo la botella de agua la doy un par de tragos y el resto me la arrojo sobre la cara. Noto un gran alivio al quitarme un poco de barro de los ojos. Llego a otra subida, espero que sea la última; mis fuerzas se están agotando. Casi al final de la subida me doy cuenta que a unos 200 metros llevo un perseguidor. No puede ser, de dónde ha salido este tío? Pues por mis cojones que no me vas a pasar. Clack, clack, bajo un par de piñones y al fin corono. Una pequeña bajada, una pequeña subida y veo que no consigo despegarme de mi perseguidor. Otra pequeña subida, sin sacar el plato grande empiezo a apretar con todas mis fuerzas. Las piernas me dicen que afloje. Pero no puedo hacerlas caso, tengo que dejar atrás a mi perseguidor. Ahora mismo es mi enemigo y no pienso darle tregua. Al final de una senda un grupo de unas 5 personas me animan y me informan: es la última subida y vas el sexto. Sexto??? no puede ser, quizás se hayan retirado 4 personas y no las he visto. Cuidado con la bajada, cuidado con la bajada me informan una y otra vez. Un par de giros cerrados, un par de piedras y me adentro en una senda entre arboles. Otro grupo de gente me informa que tenga cuidado con el puente y que ya he llegado al pueblo. Un último esfuerzo y llego a meta. Vero se acerca a hacer la foto finish. La pregunto por el resto del grupo y me dicen que están todos tomando cervezas. Me acerco cambiamos impresiones y me dirijo a lavar la bici. Cuando por fin termino de lavar la bici cojo la manguera y la dirijo hacia mis piernas, en un segundo el barro y el sufrimiento pasado dicen adiós. Voy al coche, me cambio y procedo a disfrutar de una cervecita bien fresca y merecida.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario