domingo, 31 de agosto de 2014

AMACHIMBRA & COMELOBOS CONQUISTAN EL RAID DE HUERTA

Alzaga y De La Fuente se imponen en el VII Raid de Huerta del Rey completando íntegramente todas las especiales y todos los puntos de control.


A la cuarta va la vencida. Cuatro años ha necesitado esta pareja para subir a lo más alto en este raid. Siempre en la pomada, sus tres actuaciones anteriores, 2011 segundos, 2012 terceros y en el 2013 cuartos, demuestran que era posible, que cabía la posibilidad de alcanzar algún año tan ansiada posición. De hecho, según la “gente entendida” entraban en la quiniela de favoritos., algunos comentarios previos al evento así lo pronosticaban.
Aclarar que Pedro ya había conseguido ganar este raid con otra pareja hace años, no obstante es la primera vez que lo consigue representando a los Amachimbra.

El Raid de Huerta se está consolidando como una espléndida prueba popular de aventura en nuestra zona. Lo demuestra, por ejemplo, el hecho de que este año, cuatro equipos de Amachimbras han asistido al mismo. Y todos coinciden, prácticamente en lo mismo, sus apreciaciones: divertido, ameno, entretenido.... en fin, un evento diseñado para conseguir todo esto, y donde además tiene cabida todo el mundo.


Crónica por Oscar.

        Ya conocéis mi opinión sobre este raid de aventura. Hace unos años, fue amor a primera vista, probar, flechazo y ya está, quedé prendado, enamorado y engatusado como adolescente tontorron por los encantos de esta disciplina deportiva, y de este raid en concreto. Os lo recomiendo a todos, de verdad, merece la pena, y mucho, participar y disfrutar de semejante prueba.
 Ya que estamos, aprovecho para felicitar a la organización por el grandísimo despliegue y arduo trabajo realizados todos estos años, por su compromiso, por su paciencia, por su saber estar.... ¡gracias por todo! 

Que pronto se pasa un año, casi sin darme cuenta ha llegado tan esperado acontecimiento. Como ya tenemos algo de experiencia en estos berenjenales, nos exigimos cierta preparación previa para poder rendir óptimamente el día D.
Silos, Sangre, Sudor y Zarzas, Hoyos del Iregua, Muñalba, Tiembla Tinieblas.... han colaborado de forma eficiente en la citada preparación. Entendemos que Km y horas encima de la bici son necesarios para poder enfrentarse con cierta dignidad a pruebas donde haya que dar bastantes pedaladas.
El 80% aproximadamente de este raid es bici, (bueno, este año, quizás haya sido un poco menos, 70%), de ahí nuestra parte de obsesión por ese tipo de rutacas como preparación.

Al lío, o como dice Juanillo al turrón. Primer segmento, sector urbano. Comienza el baile. Urbano, el sector urbano, de urbano más bien poco...jajaja. Teníamos la mitad de los controles en el promontorio calizo que protege a Huerta de los vientos del Noreste, encima, bien escondiditos. El overbooking de participantes formado alrededor de los mismos facilitó bastante la labor de localización.
Entramos primeros en la plaza, descargamos, comprobamos y limpiamos las tarjetas, todo bien.
Arrancamos el segundo sector. Teníamos una estrategia concebida de ante mano y empezamos poniéndola en marcha. Dado que las especiales tiene mucho peso, por no decir que son obligatorias para optar a la general en este raid, nuestras prioridades pasaban por realizarlas lo más pronto y rápido posible sin que nos perjudicase mucho los recorridos de aproximación hacia las mismas. Si nos las quitábamos de encima cuanto antes, podríamos enfrentarnos a teóricos contratiempos y problemas de una forma más relajada y por ende, a nuestro entender, más beneficiosa para nuestros intereses.
La escalada fue la primera. Para llegar hasta allí podíamos picar dos controles aproximándonos por carretera, así lo hicimos. Algún apurillo de Peter-araña en la roca, pero sin mayores consecuencias. Continuamos barriendo la zona Noroeste del mapa dando tiempo a que abriesen las especiales del pueblo, nos sobró tiempo, ibamos bastante enchufados. Decidimos picar una de las más cercanas al pueblo de la zona Noreste sacrificando tiempo y recorrido, pero una menos para después.

Nos presentamos en la vertical a las 12 en punto, subí y baje con éxito en un visto y no visto, no me pareció complicada, menos que las de los años anteriores.

También fuimos los primeros en asistir al corte de troncos. Un poco de descoordinación en las primeras rodajas, pero un buen “sprin” en las últimas nos permitió despiezar cinco trozos del duro madero., choqué los cinco con mi par, me pareció una buena actuación, nos daban 125 puntazos por tres minutos invertidos.

A por la canoa y a barrer los Cerros, sin problemas, salió todo a la perfección. Íbamos viento en popa, terminada esta zona, nos quedaba el Noreste del mapa.

Tal y como nos estaban saliendo las cosas intuíamos, de hecho Pedro comentó, que podíamos ir a por todas y encima sobrarnos tiempo, yo asistí pero más por complacerle que por convicción propia, yo quería pero no sé si podría, empezaba a notar ciertas sensaciones raras en mi organismo, no era pájara, vacío no estaba pero entero tampoco, en las zonas de máxima exigencia las piernas no me respondían como en otras ocasiones. Empecé a notar los típicos calambrazos, se lo hice saber a Pedro, le dije, tenemos que bajar el ritmo si no quieres que esto me vaya a mayores.
 Picamos la 49, hicimos un poco el tonto para encontrarla, hicimos un buen trecho a pata dando bastantes propinas, hacerlo a píe era lo correcto, lo incorrecto fue hacerlo sin mapa, no espabilamos. Cuando volvimos a las bicis mis calambrazos se manifestaban en todos los terrenos, ahora íbamos despacio y en llano....uffff!!! la que te espera moreno, pensé. Nos quedaban siete controles por picar, el tiempo ahora corría que se las pelaba. Lo bueno, no me vine abajo, me crecí ante la adversidad, concentré todos mis pensamientos en gestionar mi problema de la mejor manera posible. Acabé con todas las existencias de geles de Perico, él estaba bien, no los necesitaba. Me mentalicé para bajarme de la bici en algún repechaco o cuando fuese necesario.
 En estas llegamos a la 84, bonito y difícil control, de orientación pura y dura, un caramelo del trazador, estaba en una pequeña ruina escondido dentro de una gran espesura. Casi nos marchamos sin picarlo, un replanteo con la brújula en el último momento y la suerte del destino nos condujeron hasta él.

El tiempo volaba. Mi par empezó a  dudar de que tuviésemos tiempo para picar las que nos quedaban, medio musitó alguna que otra alternativa. Curiosamente fui yo el que le animé en ir a por todas. Si penalizamos algo no importa pero tenemos que hacerlas todas, si hemos llegado hasta aquí es para eso, le dije. Dicho y hecho, nos concentramos y conseguimos nuestro objetivo. El cielo no nos lo van a regalar Pedro, hay que ganárselo, te lo dije entonces y te lo digo ahora...jejeje!!!


viernes, 22 de agosto de 2014

ZARZAS SUDOR Y.... SANGRE. 2ª EDICION

Nunca segundas partes fueron buenas, “topicazo” que aquí no se cumplió. Para nada,  sin ser todo lo contrario, la segunda edición oficial de la ruta: Sangre, sudor y zarzas, igualó e incluso en algunos aspectos superó a la primera. Ocho aguerridos bikers fuimos participes y testigos de ello, de principio a fin, desde Covarrubias a Quintanar.

Como la filosofía de esta travesía atiende fundamentalmente a la diversión y entretenimiento sin prisas encima de la bici, el reloj fue un aparato poco consultado e incluso en ocasiones bastante ninguneado por todos  nosotros a lo largo y ancho de toda la ruta; que gusto da cuando tienes todo el tiempo del mundo para hacer lo que te gusta.... ¿a qué sí?.  Cómo el evento tampoco es una competición, -aquí no se la medimos a nadie.... jajaja!!!-, el ritmo lo ajustábamos constantemente y los reagrupamientos eran como una fiesta cargada de chistes, de anécdotas y de bromas., que gusto da cuando no te sientes presionado, ni atufado por nadie ni por nada... ¿a qué sí?.
El recorrido busca parajes y rincones singulares para saborear el autentico mountain-bike, es su principal objetivo, aunque para ello haya que dar más vueltas que la maleta del fugitivo., no importa llegar más rápido o más directo, lo que realmente importa es el camino en sí mismo, es la diversión que nos aporta recorrerlo....(Sueños de libertad convertidos en realidad).

Bueno tuerta, a lo que estamos, al turrón!....
 Nueve y pico de la mañana, Camping de Covarrubias, foto de rigor, puesta en marcha. El primer tramo nos llevó hasta la Ermita de las Mamblas, sube que te sube, había que empezar haciendo ganas de almorzar. Contorneamos la Muela por una senda guapa, guapa, en dirección a Hortigüela. Poco después un poco de trekin tuvo la culpa para enlazar el cordal de Las Mamblas, siempre en dirección a Hortigüela.
 Bajada disfrutona por senda a media ladera por la umbría hasta el pueblo ya nombrado., y como no, foto obligada con una de las caras expuestas en este robledal; creo que fue la del tío Carisio...jejeje!!! No quiero que pase la oportunidad sin reconocer y valorar el trabajo de restauración y limpieza realizado por nuestro amigo Julio Taboada en esta senda, de verdad, digno de los mejores zapadores, ¡gracias Julio!.

Repóstaje de H2O en  Fuente El Berral. Hasta el paso del Torcón por carretera... na, un kilómetro. Pasamos al otro lado del río y ascendimos la buitrera por la única y ya bastante famosa senda “cicable” que sube hasta lo alto de este acantilado., parada en el balcón natural para admirar y saborear el espléndido paisaje, y de paso degustar unas gominolas que salieron de no sé donde. Hasta las tenadas de Valdelacasa por camino. Bajada temeraria por pista hasta los viñedos de Contreras. Vericueteo por el laberinto de los arbolitos que dan uvas con improvisación incluida y salida al Robledal. Las ruedas de nuestras maquinas tocaron un poco de brea por la Ctra. de Contreras hasta la dehesa de Ahedo-La Revilla. Sendas y singles-track nos acercaron hasta la Revilla, aquí visitamos la  fuente de la entrada para refrescarnos con su fresquísimo liquido elemento. Continuamos por la montañita de la 1ª edición, si sí, donde el Chuspy confundió un roble con un manzano (¡que recuerdos, que risas!). Enseguida alcanzamos el pinar de Salas y por el Monumento al Caminero cruzamos la N234. A continuación nos deleitamos con una buena dosis de sendas y singles por las Dehesas de Costana hasta alcanzar el cortafuegos del pinar de Valdecalibia. Un tramo de senda en subida entre estepas antes de llegar a este pinar, puso a prueba la habilidad, la correa y el aguante de todos nosotros, ¡¡¡esto no es Bamby!!!, -que duros somos cuando queremos..jejeje!!-
  Bajamos por la senda del Jete hasta Castrovido, pero esta vez sin saltos, jejejeje!!. En Castrovido por mayoría absoluta acordamos cambiar de sitio el bocadillo, para acomodarlo de manera eficiente lo regamos a base de porrones con cerveza & limón., que gusto da cuando tienes el estomaguito apaciguadito y contentito... ¿a qué sí?.
  Acompañamos al Arlanza hasta Terrazas y seguimos la ruta de la Demandasaurios hasta el campo de fútbol de Monasterio. Desde aquí una entretenida senda nos llevó hasta Monasterio., donde hicimos un alto para visitar su Iglesia, no porque tuviéramos ganas de rezar, sino para llenar los botellines en la fuente colindante, claro está.
Por la umbría de la Cabeza San Vicente y zigzagueando por los repechacos de un camino llegamos a su collado. Un tramo de unos tres km aproximadamente por un caminacho lleno de piedras y brezos nos comunicó con la pista del Pedrosillo; alguien hizo algún comentario en relación al estado de este camino, no le hicimos ni puto caso...jejeje!!!
Por pista nos aproximamos al paso del Pedrosillo, un poco de trekin hacia el barranco y parada para repostar, había que acabar la bolsa de gominolas. Después, algunos conseguimos subir la pala que conecta con la pista de las Calderas sin fiasco, otros no tuvieron tanto éxito. Exprimimos las fuerzas que nos quedaban en alcanzar el punto más alto de toda la ruta, éste se encuentra al terminar la pista de las calderas. Seguimos chino-chano por el camino más o menos llano hasta la parte alta del cortafuegos del Gurrero. Senda puterona hasta Fuente Saez, alguno reposto y otros no, barruntábamos cercano el final y no consideramos importante rellenar el bote.



La guinda al pastel, en este caso a la ruta, la puso la bajada por las Gargantas hasta Quintanar.... no se puede expresar con palabras lo que significa este descenso para el autentico biker... por lo tanto no lo voy hacer, no voy a explicar, ni tratar de explicar las sensaciones que se sienten en esta bajada... dejaré que cada uno se las imagine, o mejor aún, que las viva en persona...

Seis y pico de la tarde, Camping de Quintanar, termina la aventura, buena merienda y alguna fotito de recuerdo..... moviola de algunas jugadas y aporte de ideas para la siguiente.... Como decía un famoso Coronel: ¡¡¡me encanta que los planes salgan bien!!!.