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lunes, 6 de febrero de 2012

Yo BIKER "La edad, no importa tanto, ¿o si?"


Según el diccionario la edad es el tiempo transcurrido desde el día en que nacimos hasta hoy. Biológicamente esto tiene también otra lectura, según estudios científicos, por diferentes motivos hay personas cuya edad natural (la definida, la real) no coincide con su edad biológica. El envejecimiento del organismo no evoluciona de la misma manera en todas las personas. No cuidarnos, la vida sedentaria, una mala alimentación etc... pueden alterar el proceso de envejecimiento adelantándolo. Estos comportamientos también pueden aumentar gradualmente las posibilidades de sufrir enfermedades o episodios trágicos no deseables. Todo lo contrario a lo anterior tiene efectos radicalmente opuestos, muchísimo más beneficiosos para nuestra edad biológica, para nuestra salud y por ende también para nuestra felicidad.

 
Si vives, envejeces, no queda otra (a no ser que te lleves muy bien con el diablo). La ley de la vida lleva aparejada esta obviedad, nos guste o no, esto funciona así, desde el mismo día en que nacimos, o mejor dicho desde el mismo día en el que fuimos engendrados empezamos a envejecer irremediablemente. En nuestra mano esta entenderlo, asumirlo y soportarlo de la mejor manera posible. Aquí, la mente juega un papel muy importante, la forma de pensar, la forma de ver e interpretar el mundo que nos rodea puede condicionar positivamente todo este proceso.

Con los pies en el suelo, racional y razonablemente, con el sentido común de cabecera, y por supuesto sabiendo diferenciar muy bien el “poder” con el “querer”, en condiciones normales cualquier edad es buena para hacer cualquier cosa. Un ejemplo de ello, un poco extremo, pero bastante significativo es la noticia de que un hombre termina una maratón a sus 100 años. Por supuesto no batió el record de la misma, pero sí batió otro, el de su propia edad, -un aplauso para el paisano-.

Después de conocer este ejemplo de superación, y atendiendo otra vez a la cabecera del párrafo anterior, ¿cuál creéis vosotros que es la mejor edad para andar en bici?. No para ganar el Tour, ni para batir el Record de la Hora, ni para ganar a nadie (salvo a los convencionalismos), sino para divertirnos y superar a nuestros propios fantasmas. Mi respuesta es tajante, clara y sin matices: “la que tengo ahora mismo”. Si me lo preguntáis mañana, será la misma respuesta. El hoy, el presente es mi respuesta a esta cuestión, y ojalá sea siempre así. En este aspecto no tengo porque, ni quiero mirar al pasado. Lo que esta por venir esta cargado de incertidumbre, también de sueños e ilusiones, pero, mientras tanto yo me concentraré en el presente y en aprovechar el momento para hacer lo que me gusta, y también porque no, de paso para intentar ser feliz... Por qué analizar la edad tan meticulosamente, mirar al pasado o esperar al mañana si puedo estrujar las milésimas del presente para lograr mi cometido ahora, ¿por qué no...?

La juventud lleva aparejado un sentimiento de inmortalidad. Cuando uno pasa por esta etapa su despreocupación para con la vejez es total. Su inconsciencia le lleva a pensar que este asunto no va con él. El paso de los años acecha y ataca progresivamente este planteamiento. La madurez conlleva un cambio radical en la apreciación de esta cuestión.
 Por lo tanto, y como al parecer la juventud es buena para muchas cosas, por qué no aprovecharnos de ella sicológicamente en nuestro propio beneficio. Por el mismo precio, si puedo ser joven de espíritu, y dentro de mis limitaciones físicas propias de mi edad, tener una mentalidad joven, ¿por qué no tenerla...?

 
No hagas mucho caso a tu edad, aprovecha y disfruta el presente, nunca vas a ser tan joven...


Yo biker

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