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lunes, 20 de febrero de 2012

YO BIKER "Alegato a favor de la Madre Naturaleza"

El monte es de todos y para todos. Esta frase en apariencia políticamente correcta, esconde ciertas falsedades. Social y fundamentalmente porque el reparto de terrenos y la gestión administrativa de muchos otros, para nada es justa, ni proporcional ni equitativa entre los habitantes de los diferentes territorios. Pero, principalmente y muchísimo más importante, contradiciendo radicalmente lo anterior, es porque el monte no es de los humanos, sino de la naturaleza. Aclaro esto, el hombre egoísta y avaricioso, inventó la propiedad como arma de poder. Las tierras, los montes, los yacimientos, etc... se convirtieron a lo largo de los tiempos en deseadas golosinas de posesión. Esta monumental evidencia ha quedado demostrada en infinidad de ocasiones a lo largo de la existencia del ser humano. A nadie se le escapa que, el hecho de atesorar propiedades del tipo que sean, a costado a la raza humana cantidades ingentes de vidas y desgracias en innumerables episodios de nuestra historia. Un alto precio que parece no importarle mucho a determinados personajes, sobre todo, si son otros y “otra” a los que les toca pagarlo.

...mientras no entendamos que no somos dueños de nada, mientras nuestras decisiones no aboguen por la sostenibilidad, mientras no seamos humildes, limpios y respetuosos en la “casa” donde se nos permite vivir; mal, muy mal se nos presentará el futuro. 

 El hombre con su “inteligencia” convertida en “progreso” utiliza, juega con y explota la naturaleza para conseguir “bienestar”, aunque en ocasiones, por desgracia en muchas, tenga que someter a sus semejantes y a ella misma. Este teórico poder, cree que le convierte en dueño y señor de todo lo que le rodea, incluida la Madre Tierra. Craso error.
El equilibrio y la armonía entre hombre y naturaleza
sería lo más inteligente de cara al futuro.....
Ambicioso y prepotente, quiere enriquecerse rápidamente sin importarle mucho las consecuencias de sus actos. En los últimos siglos, el daño que le esta haciendo al medio ambiente con esta actitud esta adquiriendo tintes dantescos. Por desgracia el hombre parece lento y corto de reflejos, o lo que es peor, rápido y largo de reflejos pero excesivamente avaricioso. No se da cuenta, o no quiere darse cuenta de las consecuencias negativas de sus acciones. Movidos por otros intereses, políticos, gobernantes y “gente importante”, emborrachados en demagogia y mimetizados en su mal disimulada ignorancia parecen no darle mucha importancia a estas cuestiones.
Mal nos va a ir si no somos capaces de cambiar este planteamiento en el futuro. Si no remamos todos en la misma dirección naufragaremos irremediablemente. El legado para las próximas generaciones lleva camino de convertirse en un gran cubo de basura. Triste y lamentable, pero imparable sino cambiamos nuestra mentalidad y nuestras pretensiones.
 Mientras le demos más importancia a nuestra propia “comodidad” y a nuestra mal llamada “calidad de vida” por encima de cualquier otra cosa, mientras no hagamos caso de los gritos de nuestra “madre” herida, ni la curemos, mientras no cambiemos el pensamiento “del que venga de tras que arree”, mientras no atajemos el exagerado consumismo, mientras no entendamos que no somos dueños de nada, mientras nuestras decisiones no aboguen por la sostenibilidad, mientras no seamos humildes, limpios y respetuosos en la “casa” donde se nos permite vivir; mal, muy mal se nos presentará el futuro.
 En esta “guerra de poder”, a corto y medio plazo posiblemente venza el hombre, pero a largo plazo ¡hay, amigo!, esta “contienda” ya tiene dueño.¿Adivináis quien?. En nuestras manos esta el retrasar este triunfo, y nuestra agonía, aliándonos, respetando y mimando a nuestro mal entendido enemigo la Madre Naturaleza. Y así, de esta manera, ésta puede que perdone nuestra barbarie y nuestras insolencias del pasado.

Aunque no queramos verlo ni reconocerlo, nosotros pertenecemos a la naturaleza, ella nos creó, ella es la dueña, es la que nos permite vivir y no al revés, por lo tanto, no seamos necios mordiendo la mano que nos da de comer.

Naturalmente os diréis, una cosa es predicar y otra bien diferente dar trigo. Tened la completa seguridad, por ridículos e insignificantes que parezcan, todos con nuestros actos podemos cambiar el rumbo de las cosas a mejor. La naturaleza recompensará con creces nuestras aportaciones. Recordad siempre, ella es la dueña, nosotros somos sus invitados.

 La naturaleza es poderosa, el hombre envidioso, prepotente e ignorante desea su poder. Pobre iluso, que ingenuo, no se da cuenta que sin la naturaleza no es nada. Si con su abuso y con su avaricia la destruye, se destruirá a si mismo irremediablemente. Tomemos conciencia, no permitamos que esto suceda... Aprendamos del cuento y no matemos a la gallina de los huevos de oro.

Yo biker

1 comentario:

  1. He leido tus reflexiones y las comparto al 100% aunque la realidad es que “sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena” y nos damos cuenta de quien es el que verdaderamente manda cuando se produce algún desastre natural Japón, Haiti, Sur de Asia ---- Cuando vemos que en un cortísimo espacio de tiempo se produce un cambio en la morfología de una zona que ni en las más imaginativas películas de ciencia ficción han conseguido simular, cuando en escasas horas mueren miles de personas y otro tanto se ven afectadas, pero la realidad es que es solo cuestión de tres o cuatro telediarios y luego todos nos volvemos a preocupar de lo nuestro y es que si nuestro “egoismo” nos impide preocuparnos de nuestros semejantes, como para preocuparnos de la naturaleza.

    No deja de ser irónico que en los espacios en los que más gente vive y en los que parece que la lógica nos lleva a que deberíamos ser más sociales, resulta que somos más individuales. En los tiempos actuales en los que la mayoría de la gente no es capaz de cazar un gorrión y mucho menos de obtener harina a partir de unos granos de trigo, menos se preocupa de ello. En una época en la que deberían inculcarnos el cuidado por las cosas que nos rodean se nos inculca el uso y cambio rápido de las mismas, quizás porque hay toda una cadena de producción e intereses detrás de los que dependemos, de una u otra forma todos. pero bueno…. con todo creo que si hay preocupación por la Madre Naturaleza y tu lo estás demostrando.

    José Ignacio

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